miércoles, octubre 10, 2007

Caras vemos… y de muchos colores


Si bien Washington era una especie de panacea de la belleza, Nueva York resulta una combinación explosiva de orígenes y razas. Acá no sólo está presenta la estética típica (americana, griega) sino que las etnias confluyen creando sugestivas maneras de conquistar la vista.
Arabe con negro, negro con asiático, asiático con latino, cualquier mezcla es posible conseguirla por estos lados. Resaltan especialmente los asiáticos con look occidental. Pero también es una cosa no sólo de belleza sino de agresividad, o de sensualidad, o de actitud. La gente es muy diferente y muy exótica acá.
La ciudad es un todo muy diverso y lo demuestra en cada zona. Acá no se puede hablar de que en tal sector está la gente más bonita o en aquel la más fea. Desde el distrito financiero hasta Inwood (en el norte) se puede conseguir el deleite perfecto para los ojos (de hombres y mujeres).
Sin embargo, existen las zonas más “posh”, como dice mi dulce amiga Charlotte, que son Soho y el Upper East Side, donde consigues esa gente con pinta de modelo de pasarela y ese ambiente top fashion que te hace sentir en la semana de la moda o en un comercial de Calvin Klein.
Los cuerpos también vienen a la carta. Desde esculpidas esculturas de gimnasio, hasta algunas barriguitas y cauchitos, pueden encontrar su punto atractivo en algunas buenas actitudes de Nueva York. Para mayor suerte, los obesos que inundan Washington no se les ve mucho por acá o son minimizados por la cantidad de gente.

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