miércoles, noviembre 14, 2007
Fab, por que no te callas?
Esto ocurrió en una conferencia de prensa con el presidente Hugo Chávez el 13 de noviembre. Me tocó la segunda pregunta:
Fab: A raíz de las discusiones de la reforma constitucional,
Chávez: Quién está hablando? Ah, perdón
Fab: A raíz de las discusiones de la reforma constitucional,
Chávez: Agua, por favor
Fab: algunos tradicionales afectos de su proyecto, presidente....
Chávez: Fabián, eres tú
Fab: Sí, Presidente
Chávez: Tú eres venezolano?
Fab: venezolano
Chávez: trabajas para Reuters, no?
Fab: Sí
Chávez: Perfecto, no. Estoy chequeando aquí, perdón, dale
Fab: A raíz de las discusiones de la reforma constitucional algunos tradicionales aliados…
Chávez: ¿Cuatro preguntas me hiciste, no?, ¿Tres?, ¿cómo haría?, ¿por qué no te callas, vale?", dijo soltando una carcajada y despertando las risas de todos los asistentes.
miércoles, noviembre 07, 2007
Papi, dame leche (en polvo descremada, pls)
El reloj marca poco minutos luego de las 4pm. El presidente Chávez habla en TV y en otro televisor escuchamos de una situación irregular en la UCV. Noticias. Suena el celular de mi jefa y atiende, a pocos segundos su cara pone un gesto entre severo e infantil y casi con voz entrecortada y ataque de pánico dice: hay leche en el super!
Instintivamente, casi primariamente, tomo mi carnet y salgo junto a ella a toda velocidad mientras decimos a los otros: hay leche!
Pocos instantes después llegamos a PB y salimos en rápida marcha con música de "el hombre nuclear" y "la mujer biónica" de fondo. Un par de ejecutivos de fino traje se cruzan en nuestro camino y sin más que vernos dicen: ya se acabó!
Entre nuestra cara de asombro en la extraña escena nos imaginamos que teniamos una lata de leche tatuada en el ojo, pero casi sin reaccionar seguimos la marcha.
Al voltear hacia la esquina que sube al super, nuestra impresión no pudo ser mayor: una poco habitual nube de gente caminaba rápidamente hacia el codiciado comercio.
Nos reímos de nuestra propia desgracia al momento que vemos que de apurar el paso, algunos empiezan ya a correr. Veo a mi jefa en igual situación y apuramos la marcha mientras de regreso vemos algunas caras desilusionadas que gritan a viva voz: ya se acabó, no corran!
Llegamos al super. Subimos las escaleras y al voltear hacia las cajas registradoras mis ojos quedan despavoridos ante la TURBA de gente que supera en creces la capacidad de las pobres empleadas. La gente grita mientras otros casi sin aliento, se lamentan de no haber llegado a tiempo.
Los afortunados salen con su kilo de leche en bolsa con un extraño gesto de victoria y a la vez temor de ser víctimas del canibalismo lácteo.
En ese preciso momento me pregunto qué estoy haciendo yo ahí. La bola decía que era leche completa y no la descremada que mi vieja madre necesita. Entiendo entonces que he sido víctima de un fenómeno de masas.
Mi jefa, a quien una compañera le había guardado su respectiva bolsa lechera, entró, así que decidí irme a la oficina.
Bajando veía más y más gente que subían apurados con su cara de guardar un secreto que no iban a compartir, placer que les era roto cuando en lo que parecía casi un gesto de adivinación les decían: no hay más leche! Ante lo que sus ojos se desorbitaban en un gesto de desilusión casi infantil. Otros en cambio, intentaban mantener su actitud de imperturbable y seguir su rumbo al super.
Una tarde más de desilusión
PD: Si alguien tiene una lata de leche descremada en polvo que no necesite o quiera vender, me avisa.
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